EE UU ordena a la firma líder 23andMe de test genéticos a través de Internet que los deje de vender. La Administración sanitaria (FDA) cree que podrían no ser fiables y dar falsos positivos. 23andMe es una empresa que nació gracias al impulso financiero de Google, cuyo impulso financiero.
A partir de 99 dólares (73 euros), la empresa estadounidense 23andMe ofrecía información sobre más de 250 mutaciones ligadas a patologías o a la propensión de desarrollar enfermedades (desde cáncer a diabetes o problemas coronarios pasando por el alcoholismo), además de otros rasgos genéticos como la tolerancia a determinados fármacos. Era tan simple como contactar a través de Internet y enviar una muestra de saliva en un tubo de ensayo. Pero ya no será posible. La autoridad sanitaria de EE UU (FDA por sus siglas en inglés) ha ordenado a este laboratorio poner fin al servicio de exámenes genéticos personalizados online debido a las dudas que alberga sobre la fiabilidad de las pruebas y los riesgos que podrían derivarse de resultados erróneos (tanto positivos como negativos). Por ejemplo, si se diera el caso de que los pacientes recurrieran a tratamientos agresivos, como una cirugía profiláctica, si la prueba alertara de una elevada probabilidad de desarrollar un tumor.
23andMe —en referencia a los 23 pares de cromosomas del ser humano— fue cofundada en 2006 por Anne Wojcicki, exmujer de Sergey Brin, quien, a su vez, es cofundador de Google. El buscador de referencia en Internet fue quien financió la firma biotecnológica. “Hay quien cree que hay un desafío de Google a la FDA [como trasfondo de la polémica con 23andMe por su negativa a facilitar información] porque Google considera que la agencia sanitaria estadounidense no es competente para regular el acceso personal a información sanitaria propia”, apunta Alfonso Valencia, vicedirector de Investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Quizás este conflicto en fijar los límites de actuación entre empresas y reguladores en los albores de la genética personalizada no haya hecho más que empezar.