Un tema que da mucho de que hablar en la actualidad son el uso de impresoras 3D para imprimir objetos para el mercado de consumo. Además del uso comercial, las impresoras 3D pueden jugar un papel crucial en la medicina. Los avances en este campo empiezan a ver sus primero frutos, y la perspectiva de futuro es muy esperanzadora. La gran ventaja que aportan las impresoras 3D es que permiten crear objetos personalizados, tanto orgánicos como inorgánicos, que se pueden crear específicamente para un paciente determinado a partir de modelos 3D personalizados creados mediante software informático.
Las posibilidades de las impresoras 3D en medicina son:
- Piezas para prótesis. En este campo se crean piezas para crear prótesis adaptables al paciente, o incluso exoesqueletos para personas o niños con discapacidades.
- Impresión de tejidos vivos. Se han podido crear réplicas de tejido 3D vivo, creado punto por punto y capa por capa. En este video a continuación se explica el proceso:
- Cartílagos implantables.
- Organos artificiales como orejas, huesos, hígado, etc.. En este caso, los primeros órganos creados han sido en tamaño más pequeño, como por ejemplo un hígado con tejido hepático que replica muchas de las funciones del hígado natural.
