Con el avance de la tecnología y la miniturización de componentes electrónicos se está abriendo un nuevo campo de investigación en el desarrollo de insectos robóticos controlados a distancia para aplicaciones en el espionaje y vigilancia. Uno de los principales problemas a la hora de desarrollar estos insectos es la dependencia de una batería que alimenta un sistema de propulsión basado en alas que aletean varias veces por segundo.
Un proyecto de la universidad de Harvard estudia el comportamiento de insectos reales con el fin de reproducirlo en insectos róboticos. Según el Dr. Bomphrey, investigador del proyecto: “La naturaleza ha resuelto el problema de como diseñar pequeñas criaturas voladoras. Observando podemos adquirir el conocimiento para el diseño de criaturas mediante ingeniería”.
Por otro lado la posible aplicación de este tipo de tecnología en la vigilancia y espionaje hace que las agencias gubernamentales inviertan en estos proyectos. Por ejemplo, Israel tiene un prototipo de insecto del tamaño de una mariposa grande cuyas ruidosas alas aletean 14 veces por segundo consiguiendo cierta estabilidad aérea. Además de este, tienen otro mucho más pequeño llamado ViRob que aunque no vuela, es capaz de moverse por superfices y podría tener su aplicación en medicina en la liberación y asistencia de dosis de medicamentos.
Estos insectos quizás puedan ser utilizados en el futuro para conseguir grandes avances dentro de la medicina.
