Jing Li, un científico de la NASA, ha estado trabajando muchos años en lo que puede llegar a ser un revolucionario accesorio para el móvil. Este accesorio consta de un pequeño chip del tamaño de un sello postal que alberga 32 barras de nano sensores. Cada una de estas barras es única y responde ante diferentes sustancias químicas, permitiendo una estimación de ellas en tiempo real.
Inicialmente se pensó como un instrumento para aplicación en el espacio, pero es probable que se reconduzca el rumbo y se pueda orientar también al mercado. Este chip detecta diferentes sustancias en el aire, como por ejemplo cloro, amoniaco y metano, aunque puede configurarse para captar sustancias según se desee.
Una de las aplicaciones médicas de este accesorio sería la de detectar el óxido nitroso en la respiración ya que se dice que existe una relación directa entre este y el cáncer de pulmón.
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