Las tendencias en el mercado de dispositivos médicos son dirigidas a la interoperabilidad de los distintos disposivos, es decir, a aumentar la capacidad de comunicación entre diferentes tipos de aparatos.
Para entender mejor el por qué la interoperabilidad es tan importante, vamos a exponer un ejemplo. Una paciente de 32 años se está sometiendo a una cirujía de vesícula biliar rutinaria. Durante el procedimiento se decide que se debe tormar una placa de rayos X del tórax. Para evitar que la imagen salga borrosa debido al moviento, se decide apagar la máquina de respiración artificial. El despistado anestesista se olvida de volver a encender la máquina, provocando que la paciente se asfixie. Si estos aparatos pudieran comunicarse entre sí, el aparato de rayos podría sincronizarse con la máquina de respiración para tomar la placa en la pausa natural del ciclo de respiración, obteniendo así una imagen definida.
El estandar ISO/IEEE 11073 define las normas de interconexión entre aparatos médicos, pero para exponer un ejemplo más concreto sobre el avance en interoperabilidad nombramos la Plataforma Vena, creada por Crambridge Consultants, que a su vez forma parte de Continua Health Alliance. Esta plataforma, ya referida con anterioridad en esta entrada, propone una solución de un sólo chip para las comunicaciones. El chip permite tanto conexión con cable (USB) como inalámbrica (Bluetooth). Esta plataforma facilita el diseño de dispositivos, dejando a los fabricantes centrarse más en los otros aspectos del diseño y dejando de lado el sistema de comunicación, que será común para todos los dipositivos que utilicen la citada plataforma.
