El sistema nervioso de la mosca puede mejorar el diseño de redes distribuidas

Un novedoso estudio que ha sido publicado en la revista Science y desarrollado en la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh (Estados Unidos) intenta resolver el problema existente en el funcionamiento de redes distribuidas, observando y copiando el comportamiento de las células del sistema nervioso de la mosca.

Un sistema distribuido es un grupo de ordenadores  independientes que están conectados mediante una red. Cuando se programa esta red para que ejecute un determinado algoritmo, son muchos los caminos que se pueden escoger para su realización, variando la eficiencia entre estos diferentes métodos.

Las células SOP están señaladas mediante las flechas. Las celulas vecinas son inhibidas de convertirse también en SOP, cambiando su color a amarillo

Una organización similar se produce en la mosca de la fruta, que utiliza diminutos bigotes para detectar el mundo exterior. Cada bigote se desarrolla a partir de una célula nerviosa, llamada precursor del órgano sensorial (POS), que conecta con células nerviosas cercanas, pero no con otros POS. Lo que determina que una célula se convierta en POS es una función con respecto al tiempo y no una función dependiente del tipo de células que esté alrededor (tal y como ocurre en muchos sistemas distribuidos). Una vez la célula se convierte en POS, esta envía una señal a las células vecinas para evitar que estas lo hagan.

Extrapolando este modelo de funcionamiento a un sistema distribuido se consigue mejorar la eficiencia de los métodos de diseño existentes.

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